La no contratación de un seguro para eventos o para cualquier actividad implicada en la organización de los mismos puede suponer un verdadero descalabro económico para los responsables, tanto si se tratan de particulares, profesionales o empresas.

La ventaja más importante por consiguiente de este tipo de pólizas es la de la protección tanto a los clientes como a las empresas implicadas en el evento, incluso aquellas situaciones que se escapan del mismo, resarciendo de las pérdidas económicas a los responsables y reparando en la medida de lo posible a los afectados por los siniestros.