La responsabilidad civil subsidiaria se da cuando el asegurado, aún no siendo responsable directo y real de los daños producidos, asume la obligación de reparar dichos daños cometidos por terceros que de alguna manera mantienen una relación con la actividad del asegurado.
En la organización de eventos, se puede producir esta situación por ejemplo cuando uno de los proveedores contratados provoca un siniestro y carece de una póliza de responsabilidad civil. En este caso, el asegurado podría ser declarado judicialmente responsable subsidiario y obligado al pago del daño si el culpable originario por insolvencia no pudiese afrontar dicha reparación económica.
Esta cobertura también se aplicaría en exceso del seguro de responsabilidad civil contratado por el proveedor en el caso de que sí tuviese una póliza suscrita si no fuese suficiente para hacer frente a la totalidad del siniestro.
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